Por Fernando Trujillo
El barrio es definido
como las partes que dividen las ciudades o distritos, es decir las partes que
componen ya sea una ciudad o un conjunto de poblaciones humanos, pero se no se
limita a esta definición.
El barrio tiene una
importancia en el imaginario humano, pues en un barrio hay vivencias, familias,
anécdotas, es un conjunto de gente que estrecha lazos entre sí, un barrio posee
su propia personalidad y es su propio mundo.
¿Qué papel juega la
idea de barrio frente a la gentrificación?
Entender que el
barrio no es simplemente una ubicación dentro de una ciudad o pueblo, un barrio
mexicano poblado en su mayoría por extranjeros deja de ser mexicano, no importa
cuanta iconografía relacionada a lo mexicano les guste coleccionar a los
extranjeros, como pinturas o dibujos de Frida Kahlo (al parecer la única
pintora a la que conocen), calaveras, sombreros de mariachi, tequilas y
mezcales, figuras de pirámides o pinturas de colores chillones que representan
algo del país.
Hace muchos años la
colonia Roma en Ciudad de México, estaba poblada por mexicanos, no era la
colonia exclusiva que es actualmente, sino vivían familias mexicanas, la Roma
era mexicana, porque vivían mexicanos en ella.
¿Se puede decir lo
mismo de la Roma hoy en día? Actualmente viven mayormente extranjeros, nómadas
digitales, viven los así llamados whitemexicans en apartamentos rentados, pero
ya es una zona de extranjeros, donde los mexicanos o son meseros o trabajadores
para los extranjeros, pero hace mucho dejo de ser una colonia poblada por gente
mexicana.
Un barrio es una
nación, un barrio ocupado por extranjeros, es una nación ocupada, mas allá de
las definiciones urbanas, un barrio es su gente, es familia, es amigos, unidos
por lazos de fraternidad y de sangre, entonces un barrio es una pequeña nación
dentro de una gran nación. Por eso una colonia o un barrio donde ya no viven
mexicanos, no puede ser considerado más mexicano, sino extranjero, ajeno a
nosotros.
Un barrio es su
gente, sin su gente ya no es un barrio.
En el Ideal Nacional
Mexicano el barrio tiene su propia alma.
Un barrio tiene sus
propios mitos, sus propios santos populares a los que su gente se encomienda,
tiene sus propias festividades, sus propias leyendas urbanas.
Todos hemos escuchado
esas historias del barrio, de casa embrujadas, historias de casas abandonadas,
donde hubo una tragedia, un asesinato o un suicidio, cada parte del barrio
tiene su historia que se va contando de boca en boca, cada barrio tiene sus
propios recuerdos, todos conocemos historias de la panadería, de la parroquia,
de la tienda de almacén que posiblemente ya no está. El barrio guarda las
memorias colectivas de sus habitantes.
Por supuesto esta
importancia del barrio, no es exclusiva de México, cada nación tiene sus
propios barrios con sus propias identidades, pero en un país amenazado por la gentrificación,
el barrio adquiere una importancia nacional más marcado, para lo que otros países
es parte de su historia, para el Ideal Nacional es parte de su resistencia y de
su supervivencia.
El barrio mexicano tiene
sus propias historias, dentro de este imaginario popular se encuentran las
vecindades, hoy en peligro de extinción. Espacios donde varias familias e
individuos coexistían, debido a la pobreza, las vecindades en la Ciudad de México
fueron de gran importancia al albergar poblaciones humanas, dentro se
construyeron historias, anécdotas, cada vecindad tenía su propia historia.
La importancia de las
vecindades, están recogidas en diferentes obras de ficción, la más conocida de
estas es en la serie de El Chavo del Ocho
por Chespirito, donde la vecindad no solo funge como escenario principal, sino
como un personaje central de la comedia.
Irónicamente en una época
más progresista (hablando en sentido de avances políticos y económicos), hemos
regresado a las vecindades, pero ahora disfrazados de apartamentos loft, donde
tienes que tener una cantidad de roomies para poder pagar la renta entre todos.
Si hemos vuelto a la vecindad, pero despojada de su mexicanidad, para ser más
cosmopolita, queriendo aparentar ser el primer mundo.
La gentrificación está
despojando a los barrios de la identidad mexicana, la Roma ahora está invadida
de extranjeros, ya no se ve muchos mexicanos, los gringos van acumulando
propiedades y negocios, algunos, imitación de los negocios mexicanos como panaderías
y taquerías, pero con precios muy elevados.
La cultura mexicana
es tergiversada, se le vacía de significado y puesta como un simple gusto estético
de los extranjeros. La Roma fue una colonia mexicana hace mucho tiempo, pero
ahora no, es una colonia de canadienses, gringos, españoles, etc.
¿Qué hay de los
whitemexicans?
Esta definición que
ha sido popularizada en los últimos años, se les da a los mexicanos con un alto
poder adquisitivo y que ostentan cargos muy altos ya sea en el mundo
empresarial o político. Serían las familias que conforman las
elites-mercantiles del país.
Aunque se les
denomina whitemexicans por su color de piel, no necesariamente tiene que tener
piel blanca o ser de raza blanca, varios de estos individuos son de piel morena
también, muchos mexicanos de a pie, también presentan rasgos blancos pero no
pertenecen a esa clase social elitista que son los whitemexicans, ahora definir
¿Quién es blanco? Seria entrar en un debate muy extenso y engorroso que no
tiene cabida aquí, los whitemexicans son en su mayoría descendientes de
extranjeros que adquirieron mucho poder económico y político, que viven en las
zonas más acomodadas, son básicamente a fin de cuentas los dueños del país.
Los whitemexicans han
poblado también las zonas como Condesa o la Roma con sus negocios a imitación de
los negocios mexicanos tradicionales como mencione antes, se han apropiado de
las industrias del mezcal y el tequila, para sacar sus propias marcas, se han
apoderado de diferentes aspectos de la cultura mexicana para vaciarla de
contenido y vendérselas a los extranjeros, a través de sus inmobiliarias los
whitemexicans han vendido terrenos y propiedades a estos extranjeros. Entonces los
whitemexicans son los principales aliados de la gentrificación.
Los whitemexicans no
son mexicanos como tal, no pertenecen al pueblo de Mexico, sino que son un
pueblo aparte, viviendo en sus zonas exclusivas como Santa Fe o San Pedro en
Nuevo León.
Ellos no entienden la
psique del pueblo mexicano y hasta se puede decir que lo aborrecen en el fondo,
lo consideran bárbaro, pobre, tercermundista, vulgar, feo y primitivo, por eso
todos sus esfuerzos en destruir la cultura mexicana, volviéndola una atracción artificial
para turistas, por eso saquear las plantas como el peyote, las plantas de
agave, porque el whitemexican solo piensa en el dinero y el beneficio
inmediato, no le importan las raíces ancestrales, solo vender, porque en el
fondo aborrece esta cultura atávica y quiere borrarla como sea, ya sea
gentrificando o destruyendo tal cual.
Los whitemexicans
aborrecen la idea de barrio, aunque presuman de ser orgullosos de ello, porque
ellos quieren suburbios a imitación del primer mundo.
Si por los
whitemexicans fuera, Teotihuacán ya hubiera sido destruido o vendido a las
empresas estadounidenses.
El whitemexican no
pertenece al pueblo mexicano, no lo entiende y en últimas instancias busca su destrucción.
El barrio es una nación
dentro de otra gran nación, un populismo mexicano tiene que defender el barrio
como parte de esta Idea Nacional.
A principios de este
año, un inmigrante español radicado en Yucatan, entro a una cafetería en la
mañana quejándose del ruido, amenazo y destrozo parte del inmobiliario,
acosando a la empleada de la cafetería. El español era un activista feminista y
escritor, parte de varios proyectos culturales ¿Por qué se le da este tipo de
proyectos a extranjeros? El caso es que este español es un elemento ajeno al
barrio donde vivía, si destruyo parte del inmobiliario es porque se sentía más
dueño del mismo que los mexicanos autóctonos y es porque las elites político-mercantiles
del Estado-nación le han dado ese poder.
Antes los españoles
vinieron con armas a ejercer una conquista, ahora lo hacen a través de
activistas de la Unesco o alguna otra ong, a hablarnos de feminismo,
progresismo y derechos humanos, para que dejemos de ser unos “barbaros” y
pensemos como en el primer mundo.
Para el Estado-nación
conformado por estas elites político-mercantiles el barrio es un objeto de especulación,
donde los extranjeros pueden tener más poder que los mismos mexicanos.
Ellos pueden decidir
si la música está muy alta, pueden decidir donde estacionarse y pasar por
encima de los mexicanos, porque no hay una identidad nacional fuerte desde el
Estado que ponga un límite.
Lo peor es que muchos
de estos nómadas digitales y expats ni siquiera son inmigrantes legales, sino
ilegales, que se sienten superiores a los mexicanos. Es el viejo racismo
nordicista del mundo occidental pero disfrazado de tolerancia y progresismo.
En el Ideal Nacional
Mexicano, el barrio es un espacio étnicamente mexicano, que debe ser poblado
por los mexicanos, este Ideal Nacional solo vendría cuando el Estado-nación
actual de paso a un Estado-civilización fuerte, populista y soberanista.
El barrio es de los
mexicanos, si algunos extranjeros quieren quedarse, deben en todo caso adoptar
el lenguaje, usos y costumbres del barrio y del pueblo.
Es por eso que un nuevo
Estado-civilización debe tener un Ideal Nacional de unidad entre todos los
pueblos que conforman el país, debe de poner el barrio y su mexicanidad por
encima de la inmigración descontrolada y de cualquier moda moderna.
El barrio es México y
nuestra labor debe de ser su defensa, porque el barrio es nuestra identidad, un
barrio mexicano para mexicanos y un México para los mexicanos.
Abril 2025
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