Por Fernando Trujillo
Cuando hablamos de la
literatura de vampiros, los primeros nombres que surgen como iconos o pioneros
son Bram Stoker con su Drácula y
Sheridan Le Fanu con su Carmilla,
obras ya clásicas del mundo vampirico.
Después surgen otros
nombres como el de Anne Rice, John Ajvide Lindqvist, Stephanie Meyer y sus
vampiros adolescentes, el juego de rol Vampiro:
La Mascarada o películas como Lost
Boys, las muchas versiones de Drácula,
El Ansia (y su libro que la inspiro)
y bueno la lista es muy larga.
Pero un gran olvidado
de la literatura vampirica es la novela Vampiro
de Hanns Heinz Ewers, publicado en el año de 1920, la novela es la conclusión
de su trilogía de Frank Braun, alter ego del mismo Ewers.
Una de las razones es
por las simpatías que tuvo Ewers con el partido nacional socialista, pero
también porque Vampiro no es una
novela de vampiros (valga la redundancia) como las que usualmente conocemos.
Quien busque condes
vampiros, vampiresas seductoras, jóvenes vampiros rebeldes, sanguinarias
criaturas de la noche al ataque, romances entre vampiros y humanos, o cualquier
cliché de la literatura vampirica, es posible que Vampiro no te guste, porque no tiene nada de esto.
Vampiro no
es una novela de terror, como tal, es más una autobiografía del mismo Ewers y
una visión política de una Alemania derrotada tras la Primera Guerra Mundial,
donde la figura del no muerto es más simbólica y esotérica que algo real.
Me recuerda un poco a
la novela El Golem de Gustav Meyrink,
donde el ente de arcilla creado por un rabino no aparece como tal, sino como un
arquetipo del pueblo judío. En ambas obras el monstruo es un símbolo, un ente
invisible, está presente en toda la obra, pero no como una entidad material,
sino como un ser simbólico y metafísico.
Dos años después de
su publicación, seria estrenada la película
Nosferatu de Murnau, una adaptación no oficial de la novela Drácula, con un vampiro asolando las
calles de una Alemania en crisis tras la Primera Guerra y que refleja el miedo
del pueblo alemán a los monstruos del exterior—el Conde Orlok es un ser de
Europa Oriental, donde el bolchevismo había triunfado con la Revolución Rusa y
se extendía a toda Europa—a pesar de sus diferencias, tanto la película de
Murnau como la novela de Ewers el vampiro exploran la psique rota de la nación
alemana.
Pero mientras Nosferatu es una cinta de terror con un
vampiro real como amenaza, en la novela de Ewers el tema del vampirismo en si
es tocado muy poco, los elementos sobrenaturales y fantásticos no tienen
presencia en esta obra.
Para entender Vampiro nos tenemos que remitir a la
Alemania de los años veinte.
Tras su derrota en la
Primera Guerra Mundial, la nación germana perdió su imperio, convirtiéndose en
una república—aún seguía ostentando el título de imperio, pero solo de
nombre—su káiser abdicado y en el exilio, su influencia política ahora había
desaparecido, su industria militar fue desmantelada por los acuerdos del
Tratado de Versalles.
Alemania estaba
sumergida en una crisis económica y política, pero al mismo tiempo atravesaba
un renacimiento de las artes, el cine del antes mencionado Murnau y Fritz Lang
como representantes del expresionismo alemán y en la literatura tres grandes
escritores que reivindicaban del romanticismo negro de autores como Hoffman: El
ya mencionado Gustav Meyrink, Karl Hans Strobld y por supuesto H.H Ewers.
Pero mientras este
renacimiento cultural se llevaba, la crisis política y económica golpeaba al
pueblo, el desempleo y sentimiento de humillación de una nación derrotada habían
desmoralizado al país germánico.
Los monstruos y
pesadillas del cine expresionista, eran representaciones de los miedos que
solaban tras la derrota.
En este ambiente resurgió
el nacionalismo alemán, la revolución conservadora con intelectuales como
Junger, Moller van de Bruck y Niekish, que proponían un resurgir de la nación
con sus diferentes ideas.
A menudo se tiene la idea
de que el nazismo es el nacionalismo alemán, pero esto es erróneo, el nacional
socialismo hitlerista es solo una variante de la larga historia del
nacionalismo alemán, las diferentes facciones del nacionalismo alemán lucharon
por alcanzar el poder pero de todas estas fue el mencionado nacional socialismo
quien finalmente conquisto el estado, algunos representantes y miembros de
otras facciones se unieron a Hitler, otros lo rechazaron, otros fueron
purgados, incluso dentro de este mismo partido, los revolucionarios como los
hermanos Strasser fueron purgados en la infame Noche de los Cuchillos Largos.
Volviendo a la novela
Vampiro, Ewers comenzó a escribirla
en 1916 pero fue publicada hasta el año de 1920, la novela funde la realidad
con la ficción, relatando la vida de Ewers en Nueva York antes de que este país
entrara a la guerra, el personaje de Frank Braun llega a la ciudad después de
una larga travesia en barco, en el que sale bien librado de una epidemia de
fiebre amarilla—algo que por momentos me recordó a la travesía del Demeter en Drácula pero sin el elemento
sobrenatural—harto de su patria y de Europa, en Nueva York tendría una vida
como dandi, se reúne con su antigua amante Lotte Lewi quien es el personaje más
fascinante de la novela—más que el mismo Braun—con quien reinicia su relación.
Lotte es una judía alemana,
una patriota de la causa de su pueblo que manipula y convence a Braun para ser
un agente alemán en suelo americano.
Normalmente se tiene
la idea de que el nacionalismo alemán es ferozmente antisemita, pero esta es
otro error, los nacionalismos alemanes son diferentes facciones algunos
moderados y otros no con el judaísmo, el hitlerismo llevo el antisemitismo a
niveles más altos, tanto que fue criticado por otros pensadores relacionados
con el nacionalismo alemán como Junger y Oswald Spengler.
Lotte Lewi es una
mujer seductora, quien manipulara a un manipulador como Braun, el personaje que
en los libros anteriores se distinguió como el amo de la manipulación aquí será
usado por Lotte quien se transformara en una vampiresa que depredara a su
presa.
Braun se convierte en
un agente alemán, haciendo propaganda para su país, convenciendo a los
norteamericanos de origen alemán de ir a pelear por su patria, viajando a México
donde se reunirá con Pancho Villa y volviendo a Estados Unidos donde será recluido
en un campo de prisioneros.
La derrota alemana
trajo el repudio mundial a los alemanes, quienes antes eran un pueblo admirado,
ahora eran un pueblo vencido, rechazado y odiado, esto se refleja en la novela.
La sangre es un tema
principal de la novela, el frenesí sangriento en el que la humanidad se ve
envuelto y es aquí donde Ewers relaciona los acontecimientos de la novela con
la idea esotérica de que la Gran Guerra es un sacrificio masivo a una diosa vampírica.
La humanidad se ve
envuelta en guerras para satisfacer la sed de sangre de la diosa Astarte, diosa
babilónica de la guerra y la sexualidad. En ese sentido el derramamiento de
sangre de la Gran Guerra, sirvió como sacrificio a esta diosa.
Es Lamasu la deidad
demoniaca de Mesopotamia que trae enfermedad y guerra para diezmar a la
humanidad por mandato divino, es Astarte quien bebe de la sangre de los caídos,
como sacrificio y es Babalon quien bebe de la copa, la sangre de los santos o
de los guerreros o ambos en este caso.
El principio femenino
que rige a la humanidad, guerras por satisfacer a esta diosa, la naturaleza es
la Iglesia de Satán como manifestó el cineasta Lars Von Trier en Anticristo, el mundo natural es un
territorio hostil y oscuro, donde nos movemos, antiguamente una diosa era la
representante de la guerra y el amor, sexo y destrucción, era creadora y
destructora, un vampiro que se alimenta de la sangre y el semen ofrecidos ante
el altar del mundo.
Esta idea de una diosa
guerrera con muchas caras y representaciones (a veces enfrentada entre sí),
aparece en el comic Promethea de Alan
Moore, más concretamente en el volumen cuatro donde dos avatares del mismo
principio femenino (el personaje de Promethea), luchan entre si, remontándose a
la Cruzadas, donde una lucha en el bando cristiano como la Virgen y otra en el
bando islámico como representación de la Yihad.
En épocas más
modernas este principio femenino estaría encarnado en la Madre Tempestad, de la
corriente tempestista.
El video musical Do the Evolution de Pearl Jam sintetiza
muy bien esta idea, con una mujer sonriente, seductora y mortífera bailando
mientras la humanidad se autodestruye.
Este principio
femenino en la novela, estaría encarnado en Lotte Lewi quien es una mujer seductora
y manipuladora, a una figura maternal y salvadora de Braun, jugando con las
muchas mascaras o rostros de la diosa.
Conforme avanza la
novela el mismo Braun comenzara su transformación, orgias de sangre, delirios
sangrientos, que terminan con episodios de amnesia. Hasta alimentarse de su
amante.
Seducción y depredación,
son parte de lo mismo, el vampiro que seduce y atrapa a su presa, una premisa
manejada por Ewers en su relato La Araña y
en su novela La Mandrágora.
Sin ser mencionado
constantemente el vampiro está presente en toda la obra, una diosa que se
alimenta de la sangre de la humanidad, países que se alimentan de sus
ciudadanos, propaganda que devoran la voluntad de los pueblos, la sangre y la energía
drenadas, amantes que se alimentan de sus amados y viceversa.
La guerra y el sexo
como vampirismos que drenan a sus víctimas, soldados y amantes, la mujer como
principio de vida y destrucción.
El titulo Vampiro no se refiere al mismo Braun o
Ewers, sino a un mito oscuro que acompaña a la humanidad desde antiguas edades
pero que se encarna en diferentes personajes dentro de la realidad y la ficción.
Ewers moriría en
1943, a pesar de que estuvo arrepentido de formar parte del partido nazi, su
obra fue condenada al olvido, con el pasar de los años ha ido saliendo a la luz
y ha sido rehabilitado, la Editorial Valdemar ha publicado en español sus
novelas y relatos, dándolo a conocer al mundo hispano.
Vampiro es
una novela sobre la sangre, la seducción y la violencia, una obra maestra
olvidada. El genio de Ewers, una figura controvertida, un maldito, un vampiro
que después de ser olvidado, vuelve para sumergirnos en la oscuridad.
Octubre 2023
Hernández Arias,
Rafael “Prologo a Vampiro” (2018) de
Editorial Valdemar.
Negrete, Rojas Juan
Francisco “El Conde de Betancourt” (Director). (2022) Análisis: Vampiro de Hanns Heinz Ewers [Video] Mexico
https://www.youtube.com/watch?v=CK2LJvOUxCY
Comments
Post a Comment