Por
Fernando Trujillo
Anticristo película del realizador danés Lars Von
Trier y que fue estrenada hace ya tres años en el Festival de Cannes es una
joya del cine de terror de la década pasada pero decir que es meramente una
película de terror seria subestimarla demasiado.
Es un desfile de símbolos, violencia sexual, locura y
pánico que ha causado repulsión, angustia y asombro en el espectador. No
cualquiera es capaz de soportar una película que muestre un pene eyaculando
sangre o un feto de venado colgando de su madre.
Lars Von Trier autonombrado “el mejor director del mundo” es un hombre que no se anda con
términos grises, mientras que para algunos es un genio para otros es un enfermo
mental. Acusado de narcisista, misógino, misántropo e incluso de simpatizante
nazi es uno de los directores más atípicos y talentosos del mundo del cine.
Mientras que para muchos la película Anticristo es una
basura pretenciosa y para otros es una obra maestra nadie puede dudar que es de
esas películas que son difíciles de olvidar y difíciles de digerir.
Anticristo es una película que maneja el lenguaje de
los símbolos y la transgresión, estoy hablando de una obra que confronta al
espectador con sus propios miedos y sus propios tabúes al transgredir las
barreras de su mente.
Cuando hablo de transgresión me estoy refiriendo a un
concepto espiritual, algo que destruye nuestras limitaciones como humanos, que
sacude nuestros pensamientos y nos guía a nuestra liberación. Rompe con
nuestros miedos, tabúes, anticuados conceptos y nos ayuda a ver el universo de
una nueva manera.
George Bataille
en su libro “El Erotismo” nos dice de la transgresión: la transgresión no es la negación de lo prohibido si no que lo supera y
lo completa.
La película de Von Trier rompe con muchos moldes en el
cine, rompe con la misma narrativa y destruye las limitaciones del espectador.
Como cinéfilos muchas veces estamos acostumbrados a un tipo de cine
complaciente, normal, con historias sencillas y finales predecibles. Aun
tenemos muchas limitaciones en cuanto a cine.
Ver Anticristo es una experiencia que transgrede estas
limitaciones y nos lleva mas allá de lo que nuestras mentes y nuestra moral
pueden soportar.
La película está protagonizada por William Dafoe y
Charlotte Gainsbourg como una pareja cuyos nombres nunca son mencionados pero
que podíamos decir son los Adán y Eva del mundo moderno. Un mundo urbano y
racional, el reino del Orden.
En el prologo la pareja hace el amor apasionadamente
mientras su hijo se sale de su cuna, el niño ve a sus padres en el acto sexual,
abre la ventana y cae a la calle, en el momento de morir la mujer alcanza el
orgasmo.
Quien mira a quien nos preguntamos ¿El hijo a los
padres o la madre al niño caer? ¿Accidente u homicidio por negligencia? La
muerte del hijo (único personaje de la película con un nombre) es el prologo a
la autodestrucción de la pareja.
La relación entre muerte y sexualidad estarán
presentes a lo largo del filme, tratando de superar la muerte del hijo la
pareja va al Edén una región del bosque a la que la mujer teme.
La Naturaleza, el mundo primordial es objeto de los
temores de los hombres y mujeres modernos. Es un mundo hostil, donde los
complejos y las frustraciones de la pareja moderna toman la forma de
símbolos.
Durante una sesión de hipnosis que el hombre lleva a
cabo con su esposa, ella le dice que teme a ese lugar. Le describe su paso por
Edén, desde la cueva del zorro hasta la cabaña para luego fundirse con la
hierba en una de las más hermosas secuencias de la película.
Hubo un tiempo en el que los seres humanos fuimos uno
con la Naturaleza, parte de nuestro inconsciente aun recuerda esa era, la mujer
siendo uno con la tierra representa la parte más antigua de nuestro cerebro. Es
la parte más irracional, salvaje y primitiva de nuestra mente, la parte a la
que nuestro lado racional teme.
“La
Naturaleza es la Iglesia de Satán” dice la mujer en un
momento de la película, quien habla es la parte racional del cerebro de la
mujer, la parte más joven de nuestras mentes. La parte racional, civilizada,
científica y temerosa.
Nacemos y vivimos dentro de las grandes urbes, comúnmente
vemos a la Naturaleza como algo hostil y ajeno a nosotros. La parte más joven
de nuestro cerebro nos hace repudiar todo lo que venga de la Naturaleza, nos
hace abrazar la ciencia y la razón como algo que nos da seguridad. Como hombres
civilizados hemos suprimido esa parte, incluso en nuestra ingenuidad creemos
que la hemos superado pero nos equivocamos.
La mujer acusa a la Naturaleza de ser malvada en otro
momento de la película, al entrar al bosque la pareja deja el mundo urbano del
orden y se adentra al hostil mundo del caos.
En el Edén el hombre intenta ayudar a la mujer con una
serie de ejercicios terapéuticos para confrontarla con sus miedos. Von Trier se
burla del hombre al presentarlo como un ser egocéntrico más interesado en
inflar su ego personal que en ayudar a su esposa.
Mientras el hombre se presenta como un ser racional,
la mujer se presenta como un ser emocional. Es en la mujer que la parte más
antigua de su mente comienza a despertar conforme va pasando los días en la
cabaña lo que desatara el horror que se aproxima.
El bosque lejos de ser un escenario es un personaje
más en la película tal vez el más importante. Es una entidad viva,
incomprensible para el ser humano de las ciudades.
Una serie de símbolos comienzan a emerger conforme la
pareja pasa sus días, símbolos y alucinaciones que representan el binomio
muerte-sexualidad. Arboles que caen, polluelos que caen de sus nidos, una
cierva que da luz un feto muerto, risas del niño como un tormento para la
mujer.
Manifestaciones del mundo de lo irracional, estamos en
un universo donde la cordura ha desaparecido, aquí el caos reina como anuncia
el zorro al final del tercer acto.
Durante el tercer acto se desata una espiral de
violencia y sexualidad en la que la mujer ataca al hombre. Toda la furia y el
dolor reprimidos en el mundo civilizado son desatados en el caótico reino de la
Naturaleza.
La mujer despierta su lado primitivo, primero
demostrando una sexualidad salvaje con su esposo en el bosque. El sexo no es
disfrutable, es violento y está lleno de dolor y furia.
Ella ataca a al hombre movida por una fuerza
inconsciente, la venganza de las mujeres contra los hombres por todos sus
crímenes contra ella, la frustración por la pérdida de su hijo y una venganza
contra las tortuosas terapias.
La mujer es el Anticristo, si Cristo representa un
modelo a seguir para el hombre, entonces su opuesto es la mujer como Anticristo
(no por nada el titulo tiene el signo femenino al final) y esta es su venganza
contra el género masculino. El Anticristo femenino contra el Cristo masculino. En
los dominios de la Naturaleza ella ha liberado esa furia contra su esposo, ella
representa a todas las mujeres sometidas por milenios de dominación masculina.
Le taladra una pierna, le hace eyacular sangre, intenta matarlo enterrándolo
vivo. Al mismo tiempo la mujer se mutila el clítoris matando su sexualidad.
Aquí aparecen los Tres Mendigos la cierva, el zorro y
el cuervo que representan el dolor, la pena y la desesperación de la pareja.
“Cuando los Tres Mendigos vienen alguien tiene que
morir” dice la mujer. Son manifestaciones de la Naturaleza que toman la forma
de animales, representantes de las emociones humanas descritas arriba.
Hombre-mujer, orden-caos, muerte-sexualidad. La
película presenta una dualidad se símbolos que se enfrentan y se complementan
mutuamente.
La mujer quiere destruir al hombre, el hombre al
querer sobrevivir mata a la mujer, los seres humanos son criaturas condenadas a
destruirse mutuamente parece decirnos la película. Bajo la premisa de un drama
humano se desarrollan toda esta serie de símbolos en los dominios de la
Naturaleza, recordándonos que seguimos siendo parte de ella aunque vivamos en
las ciudades y queramos comportarnos como seres civilizados.
Lars Von Trier realizo esta película poco después de
salir de una terrible depresión, la actriz Charlotte Gainsbourg hace un interesante
paralelismo entre el personaje de la mujer y el mismo director: la mujer hundida en su depresión y el propio Von
Trier hundido en su depresión. La mujer de la película es el ánima del
director, expresa sus complejos y sus frustraciones como ser humano.
Lejos de ser una película de terror es un psicodrama
en donde se presentan los complejos, miedos y dualidades en los seres humanos.
Todos tenemos esa parte primitiva durmiendo en nuestros cerebros y todos
tenemos un Anticristo dentro.
Septiembre 2011
Publicado originalmente en http://imaginacionalpoder77.blogspot.com/2011/09/anticristo-el-lenguaje-de-los-simbolos.html
Comments
Post a Comment