Por
Fernando Trujillo
Hace unos meses que estuvo en cartelera la película
American Sniper de Clint Eastwood que estuvo nominada a los premios Oscar y que
dio mucho de qué hablar durante un buen tiempo. La mayor parte de las críticas
no fueron a la historia en sí, fueron sobre la figura de Chris Kyle el
francotirador más letal de la historia americana, los círculos pacifistas y
progresistas acusaron a la película de hacer apología de un “asesino”,
“racista”, “psicópata”, uno de ellos el egocéntrico y nauseabundo Michael Moore
quien llamo a los francotiradores cobardes en su cuenta de twitter.
Si Chris Kyle exagero los hechos de sus hazañas, si
solo buscaba fama o lo que sea esto no lo vamos a debatir porque no tiene caso
hacerlo. Kyle posiblemente sea el francotirador más letal de Estados Unidos
pero no del mundo, ese honor le pertenece a un finlandés.
Simo Hayha apodado “La Muerte Blanca” tiene algunos
paralelismos con el famoso Kyle, ambos francotiradores, ambos letales, ambos
lucharon en terrenos hostiles (el invierno y el desierto), la diferencia radica
en que mientras que Kyle fue parte de una invasión Simo fue parte de la
resistencia, un defensor de su país.
Simo Hayha nació un 17 de diciembre de 1905 en un
pueblo agrícola de la región de Rautjarvi, situada entre la frontera de
Finlandia y Rusia. Fue el segundo de ocho hijos de una familia campesina que se
dedicaba a la caza, la ganadería y la pesca. De niño le gustaba jugar béisbol,
la cacería y el tiro deportivo en la que sobresalió.
Dentro de la mentalidad moderna y la psicología existe
la creencia que solo algún trauma infantil pueden hacer de un ser humano un
asesino desalmado, un ser violento o en el caso de nuestro personaje un
soldado, como si el instinto humano no importara pero lamento decirles que Hayha
tuvo una infancia y adolescencia normal, no hubo ningún evento traumático ni ninguna
patología temprana de la cual poder escribir análisis sensacionalistas.
Hayha no fue un psicópata, ni tuvo una infancia
infeliz, como veremos en unos párrafos más fue un hombre que cumplió con su
deber de defender la patria frente al enemigo.
En el año de 1939 mientras que Simo era miembro de la
Guardia Blanca, comienza lo que se conocería como la Guerra del Invierno entre
Finlandia y la Unión Soviética, un episodio desconocido por la mayoría pero
también lleno de valentía y heroísmo.
Los soviéticos comienzan con su invasión siguiendo las
ambiciones imperialistas de Stalin de extender el poderío comunista.
La Guerra del Invierno nos muestra la fuerza de
voluntad, resistencia de un pueblo, de una comunidad pequeña frente a un
enemigo más poderoso militarmente, más despiadado y con un arsenal más
destructivo.
Esta historia derriba la mentira economista de que sin
dinero no se puede hacer nada mientras que reafirma la teoría del manpower, del
poder de los hombres, una comunidad pequeña pero con un pueblo sano, fuerte, de
alta calidad genética puede hacer frente y derrotar a un enemigo más numeroso
como sucedió en este caso.
Pese a ser un número inferior los finlandeses
recurrieron al conocimiento de su terreno, a camuflarse en la nieve, ataques
sorpresa. En este terreno se desempeñó Hayha como francotirador usando la mira
de acero del propio rifle en lugar de la mira telescópica (ya que la luz solar
se puede reflejar en el lente y señalar su ubicación), observando detenidamente
a sus blancos, escogiendo cuidadosamente a su víctima, muchos militares
ocultaban su rango por lo que Simo observaba a quien pudiera dar órdenes o se le
diera un cierto respeto.
Sino usaba una variante finesa del fusil soviético
Mosin Nagant aunque otras fuentes afirman que usaba el fusil Sako modelo 28-30.
Pronto entre las filas rusas comenzó a ser conocido
como la Muerte Blanca debido a la letalidad de sus ataques, debido a las bajas
que había entre sus tropas. En los tres meses que duró la guerra los
finlandeses plantaron cara a un enemigo más numeroso llegando incluso a morir
8000 soviéticos durante la batalla conocida como el “Milagro de Kollaa”.
Durante los 105 días que duró la guerra Simo llego a
acabar con las vidas de 505 soviéticos cifra oficial y hasta el momento
insuperable aunque otras fuentes afirman que hubo más muertos.
Finalmente el día 6 de marzo de 1940 fue herido por
una bala en el rostro dejándolo incapacitado por el resto de la guerra.
Finlandia pudo conservar su soberanía pero tuvo que
ceder una parte de su territorio a la Unión Soviética como parte del acuerdo de
paz.
Simo Hayha fue reconocido como héroe de guerra, Simo
pasó sus días en los bosques con la cacería como pasatiempo sin buscar la fama
por sus hazañas, solo vivir retirado en los bosques como cazador, murió en
abril del 2001.
Los ambientes fríos dominados por la nieve, por un
invierno hostil forman un tipo de hombre duro, inflexible consigo mismo y con
los demás, un hombre ascético, de carácter sombrío, un superviviente nato, es
en este tipo de climas donde hombres como Simo Hayha se forman. Por el
contrario los ambientes tropicales, soleados forman un hombre diametralmente opuesto
al anterior, un tipo de ser humano relajado, egoísta, materialista y débil de
espíritu.
Fue esta dureza de espíritu, de carácter lo que llevo
a los finlandeses a poder humillar al ejército soviético.
Como conclusión a este breve artículo podemos decir
que Simo Hayha y los soldados finlandeses de ese periodo pertenecen a un ciclo
heroico de carácter mítico que revivió en la época de los tanques y bombardeos,
demostrando que la voluntad es más fuerte que el poder de la maquinaria más
moderna.
Pertenecen a un mundo heroico que ya no existe alejado
de este mundo tan viciado, Simo paso sus últimos días en los bosques como un
héroe solitario y ascético, ajeno al sombrío mundo del siglo XXI.
Abril 2015
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