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Mishima y la homosexualidad

 



Por Fernando Trujillo

 

Junio ha sido declarado el mes gay por la comunidad LGBT y este mes se asocia a esta cultura con marchas, reivindicación de personajes asociados a los ambientes homosexuales o que haya aportado algo a la cultura gay.

En estos festejos el Lobby LGBT nunca ha mencionado y hecho apología de la obra del autor Yukio Mishima siendo este uno de los primeros autores en abordar de forma abierta este tema. ¿Por qué? Hay muchas razones pero principalmente porque la figura de Mishima es el opuesto a los ideales del lobby gay.

Mientras que la comunidad homosexual occidental predica un estilo de vida basado en el hedonismo y los valores burgueses, Mishima predico la acción, los valores tradicionales japoneses frente a los valores occidentales decadentes. Mientras que ellos ponen de ejemplo un tipo de hombre afeminado, vestido de colores chillones y exhibicionista, Mishima era ejemplo de masculinidad, militancia, estética aristocrática frente a la anti-estética y el mal gusto de la comunidad gay occidental.

Pero más que nada se debe a que la obra temprana del autor se aborda la homosexualidad no como algo “fabuloso”, sin gozo ni alegría sino como algo tormentoso. Las novelas Confesiones de una máscara y Colores prohibidos ambas presentan a personajes atormentados y confundidos con su propia sexualidad, la primera es la narración de un joven que oculta su homosexualidad y que remite a varios paisajes autobiográficos del autor—narrando un episodio verdadero de la adolescencia del autor en el que se masturba con una imagen de San Sebastián—su admiración en secreto por el cuerpo masculino y su intento de enamorarse de una muchacha de su edad, el personaje de Confesiones no celebra su propia homosexualidad, intenta cortejar y enamorarse de una muchacha pero cae en frustración cuando sus instintos homosexuales se lo impiden. Lejos de ser una apología Confesiones de una máscara es un relato trágico de una persona homosexual, más apegado a la realidad que la ficción gay posterior.

La siguiente novela Colores prohibidos publicada en 1951 es una historia trágica sobre un escritor ya anciano obsesionado con un atractivo joven al que convence de seguir un plan perverso para vengarse de todas sus frustraciones con el sexo femenino. La novela es la más abiertamente homosexual del autor y en ella nuevamente vemos el elemento gay no como algo saludable o divertido sino como algo insano, bajo, como elemento asociado al odio hacia las mujeres y a la frustración sexual, el personaje de Yuichi el joven hermoso objeto del viejo escritor, al no poder amar a las mujeres se embarca en los bajos fondos en busca de sexo tanto con hombres como mujeres, busca destruir a las mujeres en un juego insano entre el joven y el anciano.

En ambas novelas la condición homosexual se presenta como un elemento trágico, el autor nunca celebro su propia homosexualidad, tampoco la condeno abiertamente sino que fue esta asociada a una dualidad de erotismo y muerte, en toda su obra hay siempre se encuentra presente esta dualidad, el amor y la muerte, lo fuerte y lo débil, todo converge en una narración trágica y pasional.

Donde se presenta mejor esta dualidad entre el Eros y Thanatos es en el relato Kyoko’s House (adaptado brillantemente por Paul Schrader en su biopic sobre Mishima), donde un joven actor se involucra en una relación sadomasoquista que termina en un pacto suicida y en relato corto llevado al cine, Patriotismo donde el protagonista comete con un suicidio ritual frente a los ojos de su amada.

 

Mishima antes que nada fue un samurái y un poeta, no quiso solo escribir sino hacer de su vida una obra viviente, vivir el camino del samurái. Por eso ejercito su cuerpo, el cuerpo flácido está asociado con la fealdad, con la modernidad, mientras que un cuerpo musculoso está asociado con lo fuerte, con lo alto, con los valores del guerrero.

Dentro de la mentalidad posmoderna es común ejercitar su cuerpo para ser más atractivo frente a otros hombres y mujeres, para conseguir sexo en un bar, por tener una buena salud pero no para ser mejores hombres o mujeres, solo por atractivo físico. Mishima realizo un culto al cuerpo por ambas razones, un cuerpo musculoso es hermoso pero también representa una masculinidad sana frente al cuerpo decadente de la posmodernidad.

Todas estas cuestiones están recogidas en su ensayo Sol y Acero, el ejercitar el cuerpo no es con fines meramente sexuales sino para ser un mejor hombre, un samurái.

El ejercitar el cuerpo masculino está asociado a la comunidad gay, no para ser mejores hombres sino con fines sexuales, la sexualizacion masiva del cuerpo y el ver todo de una manera sexual es herencia del freudianismo.

Mishima predicaba la masculinidad frente al afeminamiento del hombre moderno, el heroísmo frente al hedonismo y la promiscuidad.

Pero más que nada Mishima hablaba del autocontrol, el someter tus bajas pasiones mediante el entrenamiento del cuerpo y el espíritu. Esa es una de las razones por las que el lobby gay nunca lo ha usurpado como un icono para su agenda, porque la filosofía tras su obra y vida contrasta con todas sus ideas.

El lobby gay quiere una agenda arcoíris, presentar una imagen homosexual desbordante de alegría, optimismo, una vida que se presenta fabulosa. Mishima es un pesimista, un hombre trágico, la condición homosexual se presenta sórdida y trágica, todo un contraste con ese “mundo fabuloso” que los medios a favor del lobby nos quieren mostrar.

El lobby gay quiere personas exhibicionistas, vestidos de colores, promiscuos y descontrolados. Mishima predico la mesura, el autocontrol, la ética frente a la inmoralidad, las tradiciones de su patria frente a las ideas occidentales.

A pesar de estas diferencias, en su vida personal Mishima mantuvo una amistad con Akihiro Miwa, cantante, director y compositor abiertamente gay y drag queen, actualmente un símbolo del lobby gay en Japón.

Miwa compuso una pieza para una adaptación de un texto de Mishima al teatro, desde ahí mantuvieron una cercana amistad hasta su suicidio ritual en 1970.

Mishima es uno de esos “homosexuales de derecha” como Jack Donovan y Michael Kuhnen (uno de los primeros lideres neonazis en Alemania, expulsado de su propio movimiento debido a su homosexualidad y muerto de Sida en 1991), personajes incomodos para el lobby gay y que su estilo de vida así como su pensamiento es una Cosmovisión totalmente diferente y opuesta a este.

Mishima contrajo nupcias en 1958 con Yoko Sugiyama la cual le dio dos hijos, posiblemente nunca supero sus tendencias homosexuales pero si las controlo por medio de la autodisciplina y el estilo de vida del samurái.

La lección en todo caso es que una vida de disciplina, guiada por la ética del guerrero puede subliminar y someter las pasiones, la mesura como forma de vida.

Por todas esas razones Mishima nunca será un icono gay y es mejor asi. Su vida y su obra han superado toda la vulgaridad de la época posmoderna.

 

Septiembre 2017


Publicado por primera vez en http://imaginacionalpoder77.blogspot.com/2017/09/mishima-y-la-homosexualidad.html

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