Por Fernando Trujillo
Cuando hablamos de
los whitemexicans, nos referimos a la gente de la clase alta en México, este término
ha tenido un auge relevante en los últimos años, para separarlos del resto de
la población mexicana.
Los así llamados
whitemexicans son un tipo aparte del mexicano promedio, con sus propias
costumbres, formas de pensar y por supuesto espiritualidad.
En general las
familias de clase alta de Mexico, sobre todo las afiliadas al PAN son
fervientes católicos, pero la mayoría de hijos de políticos y empresarios, que
conforman la juventud whitemexican se han alejado de este catolicismo, para
formar su propia espiritualidad o pseudo-espiritualidad.
Todos hemos visto
fotos en redes sociales de whitemexicans en playas como Tulum, en poses de meditación
y hablando vagamente de espiritualidad, hemos visto anuncios de cursos con ayahuasca,
ceremonias de meditación, iniciaciones rituales o algo parecido. Todo esto ha
conformado un tipo de espiritualidad whitemexican en el nuevo siglo.
Las playas como la
mencionada Tulum, o las áreas naturales se convierten en estos “retiros
espirituales” con selfies, y música electrónica, se convierten en áreas de
fiestas raves, para estos hijos de la elite mexicana.
¿En qué consiste esta
espiritualidad whitemexican?
Un amalgama de muchas
cosas, entre ellas cristianismo con una tergiversación de las creencias prehispánicas,
new age, hinduismo, budismo y un incipiente neopaganismo, mezclado con ideas y
conceptos de autores como Castañeda o Jodorowsky, una religión sin dioses, ni espíritus,
se puede decir que en este aspecto la espiritualidad whitemexican es un tipo de
religiosidad atea, pues creen en el universo o en la madre naturaleza, pero no
hay deidades dentro de esta.
Porque dentro de la
espiritualidad whitemexican los dioses no existen, sino que son “energías” o
una “bola de energía volando en el espacio” y la única regla es un concepto de
amor vacío y superficial.
Los whitemexicans son mesiánicos,
les gusta usar ropas tradicionales, tomarse fotos en las pirámides, tomarse
fotos con indígenas, beber mezcal mientras usan sus rosarios. Para este
tipo de gente los indígenas solo sirven como atractivos turísticos, las zonas turísticas
de Quintana Roo usa parodias de rituales mayas, con empleados disfrazados que
hacen bailes, un tipo parodia de purificación con incienso en algún hotel o
restaurante, para que una clase privilegiada sin raza ni patria se entretenga.
Hace algún tiempo vi la
apertura de un restaurante con nombre prehispánico, que se vendia asi mismo
como un espacio que se inspiraba en “las raíces de los antiguos pueblos”, en
las fotos de su apertura se vio que su clientela eran whitemexicans y gringos
posando ante las cámaras pero que la gente indígena estaba como meseros. Lo más
triste y patético fue ver a un imbécil que se llamaba así mismo chaman y que
era el chef o propietario (no me acuerdo bien), bendiciendo el lugar con
incienso, lo cual resultaba una falta no solo de conocimiento sino de respeto
por las antiguas tradiciones.
Ellos son mesiánicos, en el sentido de que se
creen salvadores de los indígenas, creen que por comprar artesanías, poner sus
fotos en Instagram y usar de forma cómica sus tradiciones ya están salvando una
cultura.
Conocen lo más superficial de los cultos prehispánicos
así como del budismo e hinduismo, no les interesa conocerlas a fondo.
Los whitemexicans son
idiotas, nunca han conocido el lado oscuro de las antiguas tradiciones, nunca
han mirado a Camazotz, Mictlantecuhtli y Xipe Topec a los ojos para ver
los aspectos más siniestros de esa antigua tradición prehispánica. Porque si lo
conocieran caerían en el terror y se refugiarían en la cruz o en la ciencia,
cualquiera de los dos. Tampoco conocen el lado siniestro del hinduismo,
con su Kali furiosa danzando y combatiendo con ferocidad a los asuras, los
rituales aghori fumando mota, pero también devorando carne de cuerpos humanos y
hasta sus propias heces fecales, en rituales de canibalismo sagrado. La madre
tierra no es una figura benévola, sino una deidad que puede ser salvaje,
siniestra y que te destruirá sin dudarlo. No conocen la complejidad de las
antiguas tradiciones, porque para ellos la espiritualidad es un pasatiempo.
El budismo religión ascética
que funcionaba como una orden de caballería, y en el que no se permitía la
entrada a mujeres o hombres afeminados, antiguamente, está lejos de su comprensión,
porque en la espiritualidad whitemexican, es un revoltijo de diferentes
creencias religiosas sin tener ningún compromiso, ni una creencia realmente.
Los whitemexicans han sido una plaga para las playas y bosques, gente
que se leyeron demasiado a Castañeda, new age y autores demasiado occidentales,
su presencia destruye las áreas naturales y depreda las plantas sagradas.
Ahora muchos whitemexicans asumen el título de chaman ¿Quién les dio ese
título? Ser un chamán no es algo que se pueda comprar en un curso, sino es un
estudio muy largo, la guía la da un chamán de mayor rango o los mismos espíritus
con los que se trabaja, pero no es algo que te pongas solo para impresionar en
redes sociales o conseguir mujeres.
Ser un chamán no es un concepto universal, sino étnico, cada pueblo
tiene sus propios chamanes y sus propias maneras de chamanismo, no es una tradición
universalista que se aplique por igual. No es lo mismo ser un chamán de los
cheerokes, que se un chamán en Mongolia.
Ahora cualquiera de estos charlatanes se hace llamar chaman solo por
drogarse y la culpa muchas veces recae en personajes nefastos como María Sabina,
quien comercializo la antigua sabiduría y las plantas sagradas a celebridades y
turistas para su consumo sin preparación ni espiritualidad.
Estos chamanes en la gran mayoría de los casos resultan ser estafadores
y abusadores de mujeres, bajo un disfraz de “sabio” y “hombre
desconstruido.”
Pero mas que ignorancia o un deseo genuino por estas
tradiciones, este tipo de pseudo-espiritualidad y sus representantes buscan
depredar y adueñarse de diferentes religiosidades porque no tienen ninguna, las
deforman y las vuelven paródicas en su odio por todo lo antiguo, porque en el
fondo odian las tradiciones mexicanas, a las que ven como arcaicas, retrogradas
o simplemente porque odian lo “prieto” y quieren volverlo blanco.
La destrucción de áreas naturales, la burla a los
indígenas en performances sin sustancia solo puede venir del odio, del asco que
ellos sienten por el pueblo de México.
La espiritualidad
whitemexican es una parodia cómica y grotesca de la religiosidad antigua, un
tipo de religión universalista porque los ricos no tienen
patria ni cultura, tienen “buenas vibras” y selfies.
Mayo 2025
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