Por
Fernando Trujillo
Después de dos años de que se suspendiera debido a la
pandemia, por fin llego el fin de semana esperado por muchos metaleros,
llegaron los días veintitrés y veinticuatro de septiembre del año 2022, en los
que se llevarían a cabo las ediciones quinta y sexta del México Metal Fest en
el estado de Nuevo León.
Una noche antes toco en el Café Iguana a manera de pre
fiesta, la banda Massacre, originaria de Colombia y primera banda de death
metal en aquel país, banda que de igual manera se presentaría en la sexta edición
del festival.
Me reuní con mi amigo Pedro alrededor de las once y
media de la mañana en las puertas del local Dark Vission, acorde de vernos para
tomar juntos el metro a la Feria Ganadera de Guadalupe, donde se llevaría a
cabo el evento, en el camino nos encontramos con un grupo de amigos colombianos
quienes, al no conocer la ciudad, se nos unieron para ir al festival, en el
trayecto platicamos sobre música y festivales.
Llegamos pasadas las doce del día a las puertas del
evento, donde una multitud de jóvenes y adultos ataviados de negro, estaban en
los puestos de mercancía, platicando entre amigos, tomándose fotos, todos
listos para el festival.
No solo mexicanos, ahí nos reuníamos colombianos,
costarricenses, europeos, centroamericanos, gringos, todos diferentes pero
unidos por el metal.
Pedro quien iba como prensa y yo nos separamos, para
reunirnos después dentro más adelante, mientras comencé a ver el momento de la
banda Cemican, honestamente no conocía a esta agrupación y me sorprendió
gratamente el escucharlos, tienen una propuesta brutal, basada en las antiguas
tradiciones prehispánicas, junto al concierto montaron un performance de un
sacrificio humano que se integró perfectamente a su espectáculo, espero ver más
de ellos en un futuro.
Saludo amigos que me encuentro, el calor seco del
estado me quema la piel, debo admitir que subestime el calor, jóvenes andan en
el mosh a ritmos enloquecidos de guitarra y batería, todo el desenfreno
reprimido en estos dos años de silencio, es liberado en estos días de fiesta,
cerveza y metal.
Estoy cerca cuando comienza el concierto de las chicas
de Burning Witches, agrupación suiza de la cual no conocía nada, hasta este
momento, cuando la vocalista con gestos teatrales canta con una potente y
melodiosa voz frente a toda la audiencia, como con Cemican me ha gustado mucho
y espero escuchar más de ellas en el futuro, otra banda que sin dudarlo iría a
ver en vivo.
A la banda le arrojan un Dr. Simi una tradición en los
conciertos en vivo, a algunos músicos les gusta, a otros no, en el caso de las
Burning Witches la vocalista lo toma con una sonrisa lo que ocasiona los
aplausos del público.
Terminado su evento, me acerco al siguiente escenario,
me encuentro cerca de lo que parece ser una misa, con una figura de Cristo y
otra de la Virgen, sobre el escenario, es el momento de la banda Batushka de
tocar y llegamos a tiempo para la misa.
No soy partidario del cristianismo, pero debo confesar
que la imaginería ortodoxa es poderosa, esas túnicas negras con cráneos, esos
iconos religiosos, toda esa teatralidad para sumergir al espectador en su
música, alguna vez leí una entrevista donde el creador del proyecto mencionaba
que los cantos ortodoxos son más satánicos que todo el black metal, tenía
razón.
El concierto empieza, el vocalista va cantando a
manera de un monje con una voz profunda y solemne que se asemeja a unos cantos
ortodoxos, otro miembro lee la liturgia y bendice al público, este fue uno de
los conciertos que más disfrute, sin embargo lo único malo que encuentro es que
se dio a las cuatro de la tarde, en plena tarde, de haber sido en la noche o en
un entorno cerrado y oscuro, aquello hubiera sido una experiencia mucho más
épica, de cualquier manera la misa de Batushka fue un concierto digno de verse,
si llegan a volver a México haría lo que fuera por ir o comprar su vinilo,
porque es algo que definitivamente debe de tenerse en formato físico.
Fui a formarme en la fila para una cerveza, tocaba el
turno de Tankard el primero de los cuatro teutones y es obligatorio ver a
Tankard acompañado de una cerveza, el concierto se desarrolla con mucho poder,
Andreas Geremia vocalista de la banda va tomando una lata de cerveza que arroja
al público, el mosh está con todo a mi lado, el ambiente es festivo, alzamos la
cerveza en honor a los reyes de la cerveza, todo va muy bien.
Andras se pone un peluche del Dr. Simi en la cabeza,
porque el doctor se ha convertido en parte de la cultura musical mexicana y
solo un mamon lo rompe o se pone a hacer discursos políticos que no van en un
concierto.
Toca el turno a Grave Digger, otra de las bandas a las
que quería ver, el Enterrador nos da la bienvenida, para pasar a la música,
todos coreamos sus canciones, todos estamos tomando fotos y grabando el
concierto, es una presentación fuerte, con Chris Boltendahl interactuando con
el público, mientras canta y el Enterrador apareciendo en escena para tocar las
gaitas.
Momento de comer algo en el puesto del Ragnarok, se
prepara Destruction y después continua Dismembered, estoy entre la multitud
disfrutando ambas presentaciones, antes de que esta segunda que mencione
termine me voy a formar en la de Sodom para estar entre los primeros en verla.
De los cuatro teutones Sodom es mi favorito, por lo
que era prioridad para mi verlos de cerca, conocí a una chica linda de Ciudad
de México que estaba específicamente por la banda, platicamos un poco, antes de
que la agrupación comenzara a tocar.
Al momento de empezar a tocar, el dios de la guerra se
manifestó sobre el escenario, todos nos empujábamos y chocábamos unos con
otros, todos los que estábamos en las primeras filas fuimos parte del mosh al
momento de sentir el poderío de las guitarras y la batería de Sodom con sus
canciones llenas de belicismo sobre el escenario.
Bailamos con empujones, gritábamos, saltábamos,
movíamos los brazos agitadamente, mientras en el escenario la banda tocaba su
despiadado trash metal. En definitivamente a esas alturas pude decir que Sodom
fue para mí lo mejor de la noche.
La música de Sodom era como un bombardeo sobre
nosotros, se bailaba en mosh, sin camisa empujándose y golpeándose, poseídos
por ese culto a la guerra que estaba sobre nosotros. Terminé agotado, todos
terminamos agotados, ya no vi de nuevo a la chica de la capital, pero no
importo, necesitaba agua, porque todas mis energías fueron drenadas.
Me encontré con mi buen amigo y hermano Reyes Amaro,
propietario de Dark Vission, nos saludamos afectivamente, porque no creí verlo
en este viaje, a su lado disfrutamos de la presentación de Hellhammer con Tom G
Warrior a la cabeza.
Esto fue un evento único, estábamos ante uno de los
pioneros de la corriente black metal y fundador de Celtic Frost, uno de los
guitarritas más virtuosos de la escena metalera, ante nosotros en un
espectáculo único.
Tom Warrior toca su guitarra y el público lo aclama,
en un acto de humildad presenta a su equipo, como parte de su agrupación y
agradece que estén a su lado, toca la guitarra y lo vemos en el escenario y a
través de las pantallas, aun cansado puedo verlo y disfrutarlo, somos
privilegiados de verlo en vivo, en un concierto único en nuestro país.
Disfrutarlo con amigos entrañables fue lo mejor,
después de su presentación voy por una cerveza, somos una multitud disfrutando
la noche, pero muchos estamos cansados, hay gente sentada, otros acostados con
sus mochilas como almohadas, algunos ya durmiendo.
Sigue Kreator el último de los cuatro teutones con un
concierto con fuego y poderosas letras, lo veo, los disfruto, pero Sodom me
dejo demasiado cansado como para verlo dentro de la multitud, solo observo a la
distancia.
Kreator tiene un espectáculo de lujo, los veo mientras
tomo mi última cerveza, después de cada canción se enciende el fuego, aun
cansado puedo apreciar el gran concierto que hacen.
Las últimas presentaciones vienen, llega Cradle of
Flirth pero nunca he sido fan de ellos, me quedo sentado en algún lugar del
suelo descansando, el metro no abre esta noche por lo que pronto todos los
taxis y servicios de uber estarán saturados, pienso al mismo tiempo que se
presenta Rotting Christ para cerrar esta quinta edición.
Lo disfruto, pero me encuentro ya demasiado cansado,
antes de que termine pido un servicio de Didi para que me lleve de regreso a mi
lugar de descanso, dormir y estar preparado para la sexta edición.
Después de dos años sin festivales, este Metal Fest
fue un regreso triunfal, disfrute este fin como ningún otro, goce los
conciertos de Batushka, Sodom y Tom Warrior que de entre todos se coronaron
como mis favoritos.
Quede agotado pero feliz, creo que todos los que
asistimos a ese primer día, así nos sentimos, en el auto, vi a un taxi con un
grupo de amigos, que regresaba del festival, entre nosotros nos despedimos con
la señal de los cuernos, no nos conocíamos, pero vivimos y compartimos la misma
experiencia del evento y eso fue maravilloso.
Octubre 2022
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