Por
Fernando Trujillo
Ya
no hay hombres es el título de un breve escrito del poeta
Juan Pablo Vitali, escrito primero en su perfil de red social e incluido en su
libro póstumo Los Barcos de la Nostalgia:
La Ultima Epopeya Blanca, editado por Editorial Eas. En este texto describe
que ya no hay hombres que luchen o se mantengan de pie, sino que se quejan sin
llegar a la acción. Yo agregaría que en efecto ya no hay hombres, pero si
parodias de hombres.
Hace algunas semanas, hubo un enfrentamiento en
Twitter, en el que tuvieron que ver el influencer “alfa” Andrew Tate y por otro
la influencer progresista y porta voz del cambio climático Greta Thunberg, no
tiene caso relatar todo el ridículo conflicto entre ambos ridículos personajes,
pero el resultado de esto llevo a Andrew Tate a ser arrestado por las
autoridades de Rumania, por trata de personas.
¿Quién es Andrew Tate? Un kick bóxer, ahora convertido
en influencer, con una postura de alfa en el internet, alguien que hace videos
hablando de masculinidad, vestir bien, ganar mucho dinero, tener autos lujosos,
tener y dominar mujeres, un coach de superación personal, quien según tengo
entendido paso de ateo, a cristiano y antes de su arresto a musulmán.
Se puede decir que Tate es una versión (muy)
descafeinada de Jack Donovan, pero más que en el sentido tribal del hombre,
Tate se enfoca en que ser un “alfa” es tener mucho dinero, posar con ropa
bonita junto a tu auto de lujo, con un puro y “trolear” progres en Internet,
irónicamente el querer trolear al icono del progresismo en Twitter, lo ha
llevado a su caída.
Tate es una parodia de hombre alfa, una tendencia que
ha aparecido en Internet, en la que estos couches de superación personal, andan
bien vestidos, con trajes de marca, posan con puros, junto a su auto último
modelo, posan con sus músculos en una playa en Instagram, con alguna frase
inspiradora, todo esto es marketing en Internet.
Tate es un peleador de kickboxing, eso funciona bien
en el mundo virtual, pero muchos olvidan algo, una cosa es pelear en un
ambiente controlado como un dojo o un ring de lucha, donde podrás salir
lastimado pero tu vida no corre peligro, otra muy diferente es pelear en la
calle, donde no hay reglas y donde muchas veces no puedes darte el lujo de
perder, porque es pelear por tu vida.
Los hombres verdaderamente peligrosos no alardean que
son peligrosos en Internet, lo son y punto, un habitante de Tepito acostumbrado
a pelear por su vida, le puede dar una paliza a alguien como Tate.
Los pretendidos “macho alfa” de la modernidad, dan
cursos de autoestima, de finanzas o como ligar mujeres, reduciendo la condición
masculina a un objeto de consumo.
Regresando al texto de Vitali, este afirmaba que un
para ser un hombre se tiene que tener porte y actitud, los “machos alfa”
influencers no lo tienen, de hecho en la civilización del siglo XXI casi nadie
lo tiene.
Ya no hay hombres, porque nadie tiene porte y actitud,
están encerrados en Internet, con su disfraz virtual, afirmando que son el “patriarcado
opresor” y “peleando” con feministas, eso solo en la red, porque cuando los
colectivos feministas toman las calles en las protestas, estos “patriarcas” se
quedan en casa a continuar su juego de rol.
Ya no hay hombres, lo que tenemos son adultos
infantilizados, mirando caricaturas en Disney o Netflix, llorando porque Henry
Cavill ya no será Superman y porque Zack Snyder ya no hará su Snyderverso o
porque hay un personaje femenino fuerte en alguna caricatura, película o comic.
Un ejemplo de hombre fue el fallecido Juan Pablo
Vitali, poeta y amigo, Vitali era un hombre que tenía porte y actitud, no
necesitaba un disfraz de “alfa” para llamar la atención, era un hombre
sencillo, con una mirada penetrante, melancólica, los ojos de un sabio. Nunca necesito
de marketing o de hacerse un personaje del mundo virtual (que tanto repudiaba),
sino que se mostraba como era, un hombre criollo como los de antes.
En otras reflexiones Vitali decía que los héroes luchaban
en silencio y su aspecto era el de una persona más de su pueblo, esta época virtual
en la que todos hemos tenido la necesidad de crear un personaje virtual eso ha
cambiado.
Uno de estos héroes que peleaban en silencio fue don
Alejo Garza, alguien que nunca supo quién era Tate ni sus pláticas de “como ser
un alfa”, a sus más de setenta años agarro su escopeta y se puso a defender su
tierra de los narcos, los verdaderos hombres pelean y mueren en silencio.
En la época virtual ha dado lugar a los personajes de
los “machos alfa” que necesitan mostrarse como poderosos, mostrando sus autos y
siendo “políticamente incorrectos”, todo es espectáculo.
Si ustedes miran alguna foto de Francisco Villa, el
Doctor Atl o de Plutarco Elías Calles, verán al verdadero hombre mexicano, el
valiente, el genio, el guerrero, los más mexicanos de los mexicanos no necesitan
del espectáculo de la virtualidad.
Los verdaderos alfas no están dando cursos, ni posando
al lado de un Ferrari en Instagram, ni perdiendo el tiempo en Internet
debatiendo con feministas, ni enseñándote a ligar mujeres. Los alfas no
necesitan el espectáculo, lo son y punto.
Nuestra época ya no tiene hombres, los que se
presentan como “alfas” están siendo procesados por trata de personas, Occidente
ya no tiene hombres que se deban comportar como hombres.
La masculinidad se encuentra en Rusia y China, solo
vean el porte y actitud de sus gobernantes, compárenlo con los mandatarios de
los países occidentales y verán la diferencia.
Los hombres se encuentran en el Oriente es algo
totalmente distinto de Occidente y es en esos lugares lejos del espectáculo y
los circos virtuales, donde se podrán encontrar hombres más cercanos a la
tierra, a sus tradiciones y por ende a una esencia más masculina.
En las estepas de Mongolia, donde alguna vez hubo un
Khan que sometió al mundo a su voluntad y posiblemente ya haya nacido uno como él.
Enero 2023
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